En los últimos años la plataforma de YouTube no ha hecho más que crecer, ha pasado de ser un portal donde ver videoclips y vídeos de gatitos, a un canal de comunicación con todas sus letras.
Los youtubers han revolucionado internet y lo que no es internet, con cientos de miles de seguidores, algunos incluso millones, son capaces de congregar masas de seguidores allá por dónde van, son los principales influencers en redes y el contenido que suben a YouTube llega a superar en espectadores a algunos de los programas más vistos de la televisión.
Pero, ¿cómo funciona todo esto? ¿Cómo contactan con marcas y patrocinadores? ¿Cómo gestionan sus canales para obtener mayores beneficios? ¿Realmente es una profesión? ¿Deben los medios tradicionales empezar a valorarlo como un igual?