La Fundación del Español Urgente nació hace diez años, promovida por la Agencia EFE y el BBVA y avalada por la Real Academia, con la intención de ayudar a aquellos que lidiaban cada día con las prisas a la hora de escribir: los periodistas.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces en el mundo de la comunicación; en especial la ruptura del rígido y clásico reparto de papeles «emisor-receptor».
Hoy hay un emisor de comunicación pública detrás de cada ordenador, de cada tableta o de cada teléfono inteligente. Alguien que escribe con la urgencia hasta hace poco reservada a los periodistas y que, como ellos, se juega parte de su reputación no solo en lo que dice, sino en cómo lo dice, en la corrección lingüística de su mensaje. Alguien, por tanto, a quien puede serle útil una herramienta que resuelva sus dudas lingüísticas con la celeridad con la que todo se mueve en la red.