“Detras de cada post, de cada tuit, de cada mail, hay una ser humano”.
Carmen Amoraga (Valencia, 1969), escritora y periodista de amplia trayectoria en diversos medios de comunicación, actual asesora del Rector de la Universidad de Valencia en prensa y comunicación, y Premio Nadal de novela 2014, se define como una “super-usuaria de redes sociales y fiel seguidora del congreso COMUNICA 2.0 #Comunica2, desde su primera edición celebrada en el año 2010”.
Su novela recientemente galardonada con el Premio Nadal, “La vida era eso”, nos acerca a la experiencia personal de una mujer, Giulia, que queda repentinamente viuda. Tras la pérdida de su marido la protagonista supera el proceso de duelo gracias a su interacción con otras personas en el mundo virtual de Facebook.
Amoraga se declara como escritora contemporánea de la cotidianeidad “que escribe historias sobre gente normal, que hace cosas corrientes y que lucha por sobrevivir” y añade “que esto, en los tiempos que corren, no es poco”.
Afirma que “las redes sociales nos han convertido en seres más afectuosos, es fácil mostrar cariño y decir lo que uno piensa a través de estas plataformas”. El ser humano como ser social necesita intercambiar información y en este proceso comunicativo también debe integrar al mundo de los sentimientos, porque “nuestra sociedad ha vivido mucho tiempo en el imperio del silencio, en el reparo de mostrar los sentimientos ante los demás, sobre todo en momentos como la pérdida de un ser querido, en los que el dolor se hace presente”.
Las redes sociales han quebrado la tendencia occidental de “vivir de espaldas a la muerte” porque “nos ayudan a vivir y también a morir”. En los últimos años han proliferado páginas web, blogs y redes sociales cuya temática gira en torno a la muerte como tanatopedia.net, o duelia.org, una red social que ayuda a las personas que pasan por un proceso de duelo o sufren una enfermedad o la de una persona próxima.
Pero no todo en el universo virtual es positivo para la premio Nadal que considera que tres son los mayores peligros en su uso “el exponer demasiado tu vida personal, desproteger a los menores cercanos a tí y relegar tu vida social exclusivamente al entorno de las redes sociales. El factor humano del tú a tú no puede sustituirse por la red.”
Tras la ponencia Carmen Amoraga firmó ejemplares de su novela en el hall del Aula Magna del campus de Gandia.