En el año 2013, cuando España iba a ser rescatada por el Gobierno de la Merkel, los alemanes enviaron –o eso hicieron creer- a un reportero para que analizara las costumbres y la cultura de los españoles. La misión era descubrir si eran de fiar y si serían capaces de devolver el préstamo durante la crisis del 2008.
El resultado: Unos reportajes que aún siendo de ficción se colaron en los informativos y en Al Rojo Vivo, donde intervinieron dos presidentes del gobierno y cuyo contenido sigue estando de actualidad 7 años más tarde.